viernes, 3 de octubre de 2014

El Experimento

Milgram entonces, quería averiguar con qué facilidad se puede convencer a la gente común y corriente para que cometan atrocidades como las que cometieron los alemanes en la Segunda Guerra Mundial; Quería saber hasta dónde puede llegar una persona obedeciendo una orden de hacer daño a otra persona.
Anuncio y Solicitud para participar en el
Experimento (en Inglés)
Puso entonces, anuncios pidiendo voluntarios para un estudio relacionado con la memoria y el aprendizaje. Los participantes seleccionados fueron 40 hombres de entre 20 y 50 años y con distinto tipo de educación, desde sólo la escuela primaria hasta doctorados.
Se representa a continuación cómo se ponía en marcha el experimento en sí; participaban tres personas, el investigador y un cómplice, por un lado, y el sujeto crítico (de estudio), por otro. Se les reunía en una sala y se pedía al cómplice y al sujeto crítico que extrajeran un papel que determinaría su rol. En ambos papeles ponía “maestro”, pero el sujeto crítico no lo sabía, así que siempre ejercía de "maestro". Por ende, el cómplice siempre actuaba de “alumno”.
El Investigador (V), persuade al Sujeto de prueba (L),
para que de descargas eléctricas supuestamente reales, a un
actor y cómplice (S)

Al "maestro" se le daba una tabla con 40 pares de palabras y al "alumno" se le ataba a una silla que supuestamente proporcionaba descargas eléctricas de diferente magnitud, colocándole electrodos con un gel para que las descargas no quemaran su piel, todo esto en una sala contigua que el "maestro" no observa.
El "maestro" entonces debía leer una sola vez los 40 pares de palabras y el "alumno" debía memorizarlas; Una vez hecho esto, el "maestro" empezaba a leer solo la primera palabra de cada par y daba al alumno 4 posibles respuestas, entre las cuales el alumno debía elegir la correcta.
Sujeto de Prueba frente a la maquina que
muestra la respuesta del "alumno", y
"da" las descargas eléctricas
Si el "alumno" fallaba, se le empezaba dando una descarga de 15 voltios y aumentaba progresivamente con cada fallo (de 15 en 15V) hasta alcanzar los 450V; todo esto bajo la atenta mirada de el investigador, quien supervisaba y guiaba al "maestro" en todo momento.
Cabe remarcar, que antes de empezado el experimento se les había proporcionado a ambos (tanto "alumno", como "maestro") una descarga real de 45V para que el maestro tuviera una idea sobre el dolor que podía infligir al alumno.
  Cabe destacar nuevamente, que el maestro no ve en ningún momento al alumno, solo le escucha. En el cuadro de mandos hay varios grupos de interruptores con una etiqueta según la intensidad:
  • Descarga ligera (de 15 a 60 voltios)
  • Descarga moderada (75 a 120 voltios)
  • Descarga fuerte (135 a 180 voltios)
  • Descarga muy fuerte (195 a 240 voltios)
  • Descarga intensa (255 a 300 voltios)
  • Descarga extremadamente intensa (315 a 360 voltios)
  • Peligro: Descarga severa (375 a 420 voltios)

Cuadro de mando, con los interruptores y sus graduaciones de voltaje.

Como ya se ha podido entender, las descargas no eran reales y las expresiones y gritos de dolor eran unas grabaciones realizadas con anterioridad.
Si en algún momento el "maestro" dudaba o se negaba a hacerlo y se dirigía al investigador, éste le daba unas instrucciones (4 procedimientos):
  1. Procedimiento 1: Por favor, continúe.
  2. Procedimiento 2: El experimento requiere que continúe.
  3. Procedimiento 3: Es absolutamente esencial que continúe.
  4. Procedimiento 4: Usted no tiene otra alternativa. Debe continuar.
Investigador incitando al sujeto de prueba
a que continúe con el Experimento

Si después de aquella última frase el "maestro" se negaba a continuar, se paraba el experimento. Si no, se detenía después de que hubiera administrado el máximo de 450 voltios tres veces seguidas.

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