La idea de la realización de este experimento, le surgió a Stanley Milgram sobre la base de el juicio de
Adolf Eichmann en 1960. Eichmann fue condenado a muerte en Jerusalén por
crímenes contra la Humanidad durante el régimen nazi.
Adolf Eichmann |
Eichmann fue el encargado de la
logística nazi; Planeó la recogida, transporte y exterminio de los judíos durante el Holocausto. Sin
embargo, en el juicio, Eichmann expresó su sorpresa ante el odio que le
mostraban los judíos, diciendo que él sólo había obedecido órdenes, y que
obedecer órdenes era algo bueno.
Adolf Eichmann en su juicio |
En su diario, cuando estuvo en la cárcel, escribió: «Las órdenes eran lo más importante de mi vida y tenía que obedecerlas sin discusión».
Seis psiquiatras declararon que Eichmann estaba
sano, que tenía una vida familiar normal y varios testigos dijeron que era una
persona corriente.
Stanley Milgram estaba muy
intrigado pues Eichmann era un nombre normal, incluso aburrido, que personalmente no tenía nada
en contra de los judíos, inclusive estaba hasta emparentado con ellos; entonces, ¿Por qué había participado en el Holocausto?, ¿Sería
sólo por obediencia?, ¿Podría ser que todos los demás cómplices nazis sólo
acatasen órdenes?, ¿O es que los alemanes eran diferentes y malvados?
Milgram señala
que ésta era una de sus principales motivaciones, intentar comprender si el
holocausto y todo lo que rodeó al nazismo fue algo propio de aquellos alemanes en
particular o si bajo ciertas circunstancias, cualquiera de nosotros podría haber hecho algo parecido, dado que en los juicios posteriores a la
Segunda Guerra Mundial, muchos otros criminales de guerra declararon que simplemente
cumplieron órdenes y que no podían ser considerados responsables de sus actos.
Los alemanes: ¿fueron realmente
malvados y desalmados o se trata de un fenómeno de grupo que le podría ocurrir
a cualquiera en las mismas condiciones?
Nazis, ¿Maldad, o solo Obediencia a la Autoridad? |
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