RESULTADOS DEL EXPERIMENTO
Antes del experimento de Stanley
Milgram, los expertos pensaban que aproximadamente entre el 1 y el 3% de los
sujetos no dejaría de realizar las descargas. Creían que tendrían que ser
morboso o psicópata para hacerlo.
Los resultados que obtuvo Milgram
fueron tan sorprendentes como desalentadores. Solamente el 35% de los sujetos
críticos desobedeció al investigador y se negó a continuar con el experimento
hasta el final, incluso cuando ya no oían los gritos de dolor del alumno,
pudiendo entender que éste había perdido el conocimiento.
Se debe señalar que en la gran
mayoría de los participantes se podía observar un gran estrés o incomodidad,
sobre todo, llegados a los puntos finales.
En posteriores variaciones del
experimento se pudo ver cómo, cuando la cercanía física del maestro y el alumno
aumentaban (le podía ver o incluso sostener su mano), los porcentajes de
desobediencia aumentaban hasta un 60 y un 70% respectivamente.
Ninguno de los sujetos críticos
que optaron por desobedecer al investigador y parar el experimento pidieron que
esas sesiones dejaran de realizarse en un futuro y ninguno, tampoco, acudió al
otro cuarto donde se suponía que estaba la “victima” a comprobar su estado sin
antes pedir permiso al investigador.
POSIBLES EXPLICACIONES
Según Milgram, estas conductas se pueden explicar a través
de:
- La “deshumanización” del otro, es decir, dejar de considerar al otro como un ente humano, para así poder obviar sus propias normas éticas o la moral societaria.
- La sumisión ante la autoridad puede explicar estas conductas a través de la derivación de nuestra responsabilidad moral o ética hacia la autoridad (en este caso el investigador).
- La pérdida de referencia ante la absorción en los aspectos técnicos del experimento.
- “La teoría del conformismo” donde cuando el individuo no tiene la habilidad ni el conocimiento para tomar decisiones, sobre todo en situaciones críticas, deriva éstas hacia el grupo o la jerarquía.
- “La teoría de la cosificación”. Es la esencia de la obediencia. El individuo se mira a sí mismo como un instrumento que realiza los deseos de otra persona y por lo tanto no se considera responsable de sus actos.
CONCLUSIÓN DEL GRUPO
En conclusión, podemos decir que el ser humano es influenciable bajo cierta presión autoritaria; ademas, a esto debemos sumarle el carisma propio de el "ser autoritario" y el "miedo" que este pueda infligir sobre aquellos que le siguen las ordenes. Ejemplo: "no es la misma autoridad que ejerce un líder como Iosef Stalin o Adolf Hitler que mediante su 'carisma' imponen obediencia, que lideres mas actuales pero menos duros que no imponen tanta obediencia dado que su método carismático es menor"
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